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Una piedra en mis manos... es un enigma, esencialmente materia, con un espíritu motor capaz de transponer esa materia y de movilizar mis sentimientos porque sólo yo puedo interpretar y sublimar la diferencia.

María Adela Pon


10 de noviembre de 2015

Los jaspes



   Quien ha tenido un jaspe entre sus manos sabe que es una hermosa piedra multicolor con la que uno puede fantasear y hacer volar la imaginación, nos permite deleitarnos con las figuras que en ella podemos descubrir… porque son espectaculares paisajes que viajan.
   
  Con los jaspes tengo una relación particular, yo nací en la ciudad de Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, y viví allí hasta que me recibí de profesora, momento en que llegué hasta la ciudad de Paraná para desarrollar mi vocación docente en el Instituto Cristo Redentor, y los primeros jaspes que llegaron a mis manos provenían de un río que tiene que ver con mis raíces y mis afectos… fueron encontrados a la vera del Río Uruguay, uno de los dos ríos que rodean mi provincia y constituye el límite oriental del territorio argentino en la zona mesopotámica, separándolo del brasileño en primer lugar y luego del uruguayo  (nace en la Sierra Geral, en territorio de Brasil, en la confluencia de los ríos Canoas y Pelotas. Después de recibir las aguas del Rio Cuareim, donde se forma una triple frontera entre Bella Unión -Uruguay- , Monte Caseros -Argentina- y la Barra do Quarai -Brasil-; el río continúa su recorrido hacia el sur, al tiempo que constituye la frontera entre Argentina y Uruguay, hasta la localidad de Nueva Palmira, donde desemboca en el Río de la Plata) . La historia de estos jaspes ya la relaté en Unos jaspes… unrecuerdo y en Por si quedaban dudas… y volveré a ella todas las veces que mis sentimientos me lleven… porque ellos fueron los que me impulsaron a escribir ese poema tan sentido y tan intensamente vivido: Quiero soñar…

   ¿Qué es lo que hace que estas piedras sean tan atractivas? Para eso tendríamos que referirnos un poco a sus características. Su nombre proviene del griego y significa "piedra manchada" o “piedra moteada”.  La clasificación a la que pertenecen no está clara porque en algunos aspectos algunas variedades están más próximas a los cuarzos y en otras a las calcedonias; por eso, aunque la mayoría de los autores los ubican entre las calcedonias muchas veces se los considera, por su estructura granular, un grupo independiente dentro de la familia de los cuarzos. Tienen una dureza entre 6 ½ y 7 en la escala de Mosh; según el tipo de transparencia son opacos, en su composición química se encuentran determinados conglomerados minerales en los que abunda principalmente el  dióxido de silicio (SiO2) que es un compuesto de silicio y oxígeno, llamado comúnmente sílice; el sistema cristalográfico que presentan es (trigonal) agregado microcristalino (la calcedonia no forma cristales bien desarrollados; los cristales que dan cuerpo a este mineral son diminutos, tan pequeños que resultan inapreciables, y se encuentran densamente empaquetados unos con otros para formar unas fibras que quedan inmersas en una matriz más o menos amorfa. Esta estructura se conoce con el nombre de microcristalina); no presentan exfoliación y tienen un índice de refracción de aproximadamente 1,5. 
   De acuerdo a la clasificación de los minerales, se encuentran entre el grupo de los Óxidos, hidróxidos (Grupo IV). Los óxidos se forman en grietas o cavidades de rocas que se llenan de agua rica en sílice. El jaspe finamente granulado y denso contiene hasta el veinte por ciento de materiales extraños que determinan su color, veta y apariencia; es así que se encuentran en varios colores como verde, rojo, marrón, negro, amarillo o azul grisáceo y mezclas de esos colores;  la mayoría son rayados, manchados o flameados (los jaspes de un solo color son muy raros). Pueden crecer también unidos a las ágatas y los ópalos y hasta aparecen como material petrificado.   
  
  Según el color, el dibujo, el yacimiento y la composición química existen muchos nombres comerciales: Jaspe ágata (amarillo, marrón o verde mezclado, crece junto con ágata);  Jaspe egipcio (totalmente amarillo intenso o rojo); Jaspe congregado (se trata de un jaspe que muestra bandas de diferente tonalidad); Jaspe basanita (negro, de grano fino de buena calidad); Jaspe rojo (de grano fino con un tinte uniforme, de rojo chillón hasta rojo sanguíneo; su color rojo se debe a la presencia de hierro y posee gran cantidad de pequeños puntos negros); Jaspe sanguíneo (falso nombre para el heliotropo o piedra sangre que no es un jaspe aunque su estructura radial con agregados redondeados crea la impresión de una estructura granular y que es una calcedonia opaca con cierta translucidez y de color verde oscuro con manchas rojas); Jaspe florido (las inclusiones traslúcidas son de ágata, en manchas o vetas de varios colores y agradable aspecto); Jaspe Hornstone (granulado muy fino, gris, marrón- rojo, o más raramente verde o negro); Jaspe escénico o paisaje (dibujo marrón producido por óxido de hierro y en forma de paisaje. Este jaspe posee interesantes contrastes entre el beige  y el marrón que forman diseños que  recuerdan a los desiertos de arena); Jaspe Biggs (procedente fundamentalmente del estado de Oregón en Estados Unidos); Jaspe Bruneau (un jaspe de color azul cielo que procede de Bruneau Canyon en Idaho - Estados Unidos); Moukaita o Jaspe australiano (con manchas como nubes color rosa a rojo claro); Jaspe plasma (verde oscuro, a veces con manchas amarillas o blancas); Jaspe silex (amarillo y rojo-marrón manchado o rayado), Jaspe de Nunkirchner (gris azulado, más raramente amarillo o marrón rojizo); Jaspe cebra (esta variedad posee bandas paralelas irregulares de colores beige y marrón); Jaspe arco iris (se destaca por sus colores amarillos, marrones y ocres); Jaspe brechado (predominan los colores rojizos debidos al hierro con algunos sectores blancos y ocres); Jaspe cobra (se caracteriza por tener manchas negras sobre una base de color verde claro); Jaspe dálmata (de color blanco amarillento y gran cantidad de pequeñas manchas negras, se asemeja a los tonos del pelaje de los perros dálmatas); Jaspe de Iraí (de tonos verde azulados con manchas rojas y blancas); Jaspe oceánico (fue descubierto en la costa de algunas playas de Madagascar, tiene una apariencia poco común porque está cubierto de círculos, motas y remolinos multicolor, evoca auténticos paisajes oceánicos y contiene todo tipo de colores. Se lo denomina también jaspe orbicular por sus muchas ondas y formas circulares); Jaspe leopardo (es una variedad de jaspe, que debe su nombre a su apariencia semejante a la piel de dicho animal)…
   Aunque el valor del jaspe no depende del color de la piedra, sí que es cierto que la variedad roja es la más apreciada y conocida, ofreciendo una amplia gama de matices y tonalidades. Lo que define el valor de esta piedra  es la saturación del color, es decir,  la pureza del color que debe ser vivo e intenso (el jaspe descolorido y de tonalidades grises pierde valor). Decidir entre una piedra u otra debe depender de su pulido, de su apariencia, de su color y, obviamente, de nuestro propio gusto.

   El jaspe se encuentra entre las primeras piedras que se conocen que se ha utilizado con fines ornamentales, y se nombra en La Biblia como una de las 12 piedras que adornaban el  el pectoral de Aarón, Sumo Sacerdote de los judíos, tal como se describe  (Éxodo 28; 15-21) que contenía 12 piedras representando a las 12 tribus de Israel y que fue confeccionado en el año 1250 a. C. por orden de Moisés bajo inspiración divina. También es identificada en los escritos de Alejandro Magno, Plinio y los alquimistas medievales. Por otro lado, Dante en La Divina Comedia también la menciona.

   Se encuentran yacimientos de jaspes en Egipto, Australia, Brasil, la India, Canadá, Kazajstán, Rusia, Uruguay, Estados Unidos, Italia, Alemania; en las costas de Madagascar fueron descubiertos no hace mucho tiempo los jaspes oceánicos; en Sudáfrica se encuentran los yacimientos de jaspe rojo de mayor calidad, encontrándose algunas veces variedades monocromáticas de la piedra, algo bastante inusual; en las laderas del cerro Montjuich, en Barcelona (España) se encuentran jaspes con bandas amarillentas; en los yacimientos secundarios de ágatas (en los cuales las piedras preciosas han sido transportadas desde el lugar de formación para sedimentar de nuevo en otro lugar), en la cordillera de la Costa, en Chile, abundan los nódulos de jaspe rojo, verde y café; si bien Argentina figura muy poco en la bibliografía entre los países que tienen jaspes, la mayoría de los que tengo en mi poder han sido encontrados en las márgenes del Río Uruguay, seguramente porque fueron trasladados por el río desde un yacimiento primario (la piedra preciosa aún posee la unión con la roca madre) o secundario para ir acumulándose en determinados lugares del mismo (Santa Ana, Colón, Concordia…) sobre todo porque los países limítrofes (Uruguay y Brasil) los tienen; también los he encontrado en la Patagonia mezclados con ágatas (de allí tengo el único jaspe rojo con geoda de cristales en estado totalmente natural y que compré en Piedra del Águila que es una localidad ubicada en el sudeste de la Provincia de Neuquén, en la Patagonia Argentina, al costado de la ruta en un puesto de venta de madera petrificada de arrayanes y araucarias, muy abundantes en la provincias sureñas; entremezclados con esas piedras venía este hermosísimo jaspe. La Patagonia Argentina comienza, por sus características geográficas, al sur del río Colorado, pero por razones políticas y porque la mayor parte del sector suroccidental de su territorio comparte sus características, mediante el Tratado Fundacional de la Región de la Patagonia, firmado en la ciudad de Santa Rosa, capital de la Provincia de La Pampa, el 26 de junio de 1996,  el territorio de la Región de la Patagonia está conformado por las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, abarcando el subsuelo, el Mar Argentino adyacente y el espacio aéreo correspondiente. Sin embargo, la definición más aceptada de la Patagonia no incluye en su territorio a la Provincia de La Pampa);  y en las Minas de Wanda en Puerto Iguazú, Misiones (estas minas fueron localizadas en 1976 y la Compañía Minera Wanda S.R.L. comienza sus actividades en el año 1994, adquiriendo el yacimiento denominado Selva Irupé conformando así el primer yacimiento de piedras preciosas de la Provincia de Misiones;  en las vetas de las minas se ha descubierto sobre todo amatista, que posee un color casi violáceo y se han encontrado topacios, ágatas, jaspes y cristales de roca. Se encuentra recostada a orillas del río Paraná y tiene la particularidad de encontrarse al aire libre o a cielo abierto. Los visitantes puedan caminar, curiosear sus cuevas e incluso observar el momento exacto en que los operarios realizan algunas de las explosiones para seguir perforando el basalto. Las minas de Wanda son muy conocidas para quienes visitan las cataratas pero vale la pena salirse un poco de los caminos más tradicionales para visitar otros yacimientos vecinos, como la mina de Santa Catalina, donde la producción conserva características totalmente artesanales. Las geodas de Santa Catalina y Wanda son piedras volcánicas que, se estima, tienen unos 150 millones de años). También se han hallado jaspes en la Mina Angela1, Malargüe, Volcán de la Sierras del Chachauén, Mendoza (hay fotos circulando por internet que así lo manifiestan) y, seguramente habrá otros sitios que puntualmente no puedo llegar a delimitar por mis escasos conocimientos sobre este tópico.

   En cuanto a su simbolismo cósmico-astral, en la mayoría de la bibliografía que he consultado, al jaspe rojo se lo considera la piedra natal del zodiaco para el signo de Aries, estando asignada a los planetas Marte y Plutón y es una piedra muy valorada en temas esotéricos (el esoterismo se refiere a toda doctrina que requiere un cierto grado de iniciación para estudiarla en su total profundidad. Lo que es oculto, secreto, reservado sólo a unos pocos.). Al jaspe en general algunos le asignan afinidad con los signos de Escorpio, Leo, Aries y Géminis y otros agregan a esta lista a los signos de Tauro, Cáncer, Sagitario, Capricornio y Piscis relacionándolos con alguna de sus variedades. Es conocido como el “supremo nutridor” y usada como amuleto se la considera una piedra de protección; protege contra lo negativo y ayuda a estabilizar la energía de la Tierra. En los chakras, las diferentes variedades del jaspe son utilizadas, según su color, para conseguir equilibrar la energía de los mismos, permitiendo que ésta fluya correctamente y absorbiendo la energía negativa.

   En cuanto a sus teóricos poderes curativos y al uso terapéutico de los mismos, el jaspe mejora la salud del páncreas y los órganos sexuales, asimismo ayuda a combatir los problemas de ciática (jaspe verde), de las uñas de los pies y del sistema circulatorio (jaspe rojo) y digestivo (jaspe amarillo). Se dice que colocando una pieza de jaspe en la habitación de una persona convaleciente o enferma, ésta ayudará en su recuperación.

   Los jaspes… piedras muy especiales para mí… sé que no tienen mucho valor como gemas… pero son los que atesoran un recuerdo muy querido… porque son los que me conectan con uno de mis afectos… con esa entrañable amiga y comadre que hace años se fue de mi vida… pero a la que sigo abrazando a través de ellos. Por eso cada vez que encuentro un jaspe que me llame la atención no puedo dejar de comprarlo… ellos me permiten seguir imaginando en sus paisaje los tapices que Chiche bordaba… y mis sentimientos afloran… porque “esa piedra…” llega a mis manos y su “espíritu motor…” los moviliza. Tal vez por eso elegí este día para publicar este escrito… hoy sería su cumpleaños.






                                                                                                       María Adela Pon


24 de mayo de 2015

Ordenando la aventura del aprendizaje y la comunicación



   Cuando comencé a publicar en este blog, en su escrito Hay un fascinante mundo...  remarcaba que no pretendía ni quería transformar este espacio en una investigación científica sobre las piedras, que para eso sería bueno recurrir a la extensa bibliografía escrita por los expertos en cada de las ciencias o ramas de ellas que se relacionan con este tema: Geología, Mineralogía, Arqueología, Gemología... ni tampoco ignorar las investigaciones, documentación o leyendas relacionadas con el simbolismo y uso terapéutico de las mismas; sí me movía hacerlo para compartir esa atracción que sólo entendemos aquellos que vivenciamos ese mundo desde otro lugar, y eso es lo que voy a seguir manteniendo… compartir mis experiencias y mis vivencias con las piedras con el trasfondo de una adecuada investigación sobre lo allí consignado porque es en definitiva lo que nos lleva a conocerlas… para admirarlas o atesorarlas.

   Y es esa investigación la que me llevará a presentarla desde todos los ángulos que considere pertinente hacerlo, comenzando por la parte científica con la ayuda de los datos aportados desde la Geología (ciencia que estudia la composición y estructura interna de la Tierra, y los procesos por los cuales ha ido evolucionando a lo largo del tiempo geológico); la Mineralogía (rama de la Geología que estudia las propiedades físicas y químicas de los minerales que se encuentran en el planeta en sus diferentes estados de agregación. Es por tanto la ciencia que se ocupa de identificar los minerales y estudiar sus propiedades y origen con el propósito de realizar su clasificación); la Cristalografía (ciencia que se ocupa de la forma y propiedades de las sustancias cristalinas. Estudia las propiedades de los sólidos cristalinos para poder describir su estructura interna o atómica, sus diversas formas y su división en clases y sistemas); la Arqueología (ciencia que estudia los cambios físicos que se producen desde las sociedades antiguas hasta las actuales, a través de restos materiales distribuidos en el espacio y conservados a través del tiempo. A través del análisis de los objetos y obras construidas por los pueblos antiguos, esta ciencia puede arribar a conclusiones en torno a su cultura y sus formas de vida); la Gemología (rama de la Mineralogía que se dedica específicamente al estudio identificación, análisis y evaluación de las piedras preciosas o gemas).

   Pero… la ciencia ha demostrado que los minerales desprenden energía y que esta emisión se produce a través de vibraciones. Lo que quizás se reconozca menos, tal vez porque la medicina tradicional no lo acepta, es que, debido a su composición y estructura, esas vibraciones energéticas que emiten los minerales ejercen una acción positiva y pueden ayudar a armonizar nuestra energía y a obtener efectos benéficos y curativos. En estas propiedades se basa la Medicina Ayurvédica (sistema de medicina tradicional autóctona de la India, del cuidado médico preventivo principalmente y curativo en última instancia. El término Ayurveda, proviene del sánscrito, antigua lengua culta de la India, perteneciente al grupo lingüístico indoario, en su forma más arcaica (védico) y significa “ciencia de la vida”. Además de utilizar hierbas con fines medicinales, el Ayurveda mantiene la creencia de que las piedras poseen el poder de salvaguardar la salud y de protección por eso usa las propiedades curativas de los metales, las gemas y las piedras. Las enseñanzas ayurvédicas sostienen que todo lo que existe está dotado de la energía de la Conciencia Universal y que todas las formas de la materia son simplemente la manifestación externa de esta energía. La aplicación de las piedras preciosas y semipreciosas en los chakras o centros de energía con el objeto de que,  merced a su patrón vibracional, tiendan a equilibrar nuestro sistema energético, es uno de los tantos legados de la Medicina Ayurvédica.) y la Gemoterapia o Cristaloterapia (la medicina alternativa cuenta con diferentes técnicas con el fin de restituir la salud física y psíquica a las personas. Tal vez una de las más esotéricas sea la cristaloterapia llamada también "terapia de los cristales", o gemoterapia  y consiste en el uso de piedras y cristales para la curación de diversas enfermedades a través de las propiedades que manifiestan cristales y gemas. Sus principios parten de que las piedras actúan sobre el aura de cada quien, equilibrando y amplificando la energía mental y corporal. Es una terapia alternativa, término usado para denominar algunos tratamientos que no se engloban dentro de la medicina tradicional occidental como lo son el reiki, diferentes tipos de imposición de manos, cromoterapia, etc., aunque muchos no lo consideren así.  Con la aplicación por el terapeuta de diferentes técnicas, se busca el desarrollo y equilibrio personal y sobre todo se busca la causa del desequilibrio (de tipo emocional, psíquico, kármico, etc.) de cualquier dolencia que sufra un paciente trabajando con los sistemas energéticos de los chakras y los nadis del sistema védico tradicional, aunque la gemoterapia es una terapia que sigue sus propios métodos y ha evolucionado mucho desde el antiguo Egipto de donde se conoce un papiro, con cerca de 4.000 años, el cual se considera el documento más antiguo que existe sobre la creencia en el poder terapéutico de los cristales).
Sin duda, hay una íntima relación y sintonía entre estas corrientes de pensamiento y la Cromoterapia (que es el uso terapéutico de las gemas basada en los colores de las mismas.  La Cromoterapia también era una práctica habitual en el antiguo Egipto y para los antiguos Rishis, sabios pertenecientes a la antigüedad védica, quienes admitieron que cada color en las gemas tenía una situación independiente que afectaba a la mente y al cuerpo. El color ha jugado también un papel primordial en la medicina oriental ya que  desde la antigüedad utilizaban y aplicaban la teoría de los colores en relación con los distintos órganos del cuerpo. Los estudiosos de la Cromoterapia y los terapeutas de esta terapia alternativa aplican esta técnica con el objeto de equilibrar la salud física, psicológica, emocional y espiritual y también para provocar situaciones más positivas en la vida utilizando las características equilibrantes de cada color, basados en el principio de que la tonalidad es un exponente del tipo de vibración y de la dimensionalidad en la que se mueve la gema. Es así que a las gemas de color blanco las consideran las más potentes para atraer la energía y fuerzas superiores por lo que las utilizan como limpiadores y purificadores para crear ambientes sanos que emanen energía positiva y paz; las rojas tienen una energía magnética, cálida y estimulante por lo que potencian la viveza, la decisión, la valentía, la vitalidad, la energía y la consecución de los fines; las rosadas poseen una energía suave y persistente en sus efectos y su vibración favorece el amor y la unión; las amarillas están asociadas con el sol y por eso las consideran una representación de luz, calor y poder dador de vida; las gemas de color naranja diluyen los pensamientos negativos y potencian la independencia de espíritu y la motivación personal; las de tonalidad verde poseen una vibración de fuerza y poder de vida para crear, curar y renovarse; las turquezas aportan idealismo y utopía y facilitan la intuición; las azules están indicadas para el tratamiento de todo tipo de quemaduras y poseen una acción sedante; las violetas presentan la longitud de onda más pequeña y la vibración más rápida, se asocian con la espiritualidad, la autoestima y la dignidad y estimulan la conexión con el ser interno; las negras simbolizan lo oculto, aquello que no se puede ver ni percibir, aportan firmeza y protegen de las energías negativas; las gemas doradas tienen energías de nivel muy elevado, incrementan la vitalidad y potencian la consciencia cósmica). También desde la Antigüedad, pero desde otra perspectiva, para la Astrología las piedras preciosas han ejercido una magia especial en muchas culturas, no sólo por su belleza como adorno o simple accesorio decorativo, sino también por sus efectos esotéricos, relacionando bienestar y astrología. Para ella las piedras preciosas desempeñan un papel muy importante  ya que estas pueden intensificar o debilitar las cualidades características de cada signo zodiacal. Se dice que cada piedra tiene correspondencias metafísicas con un planeta regente y un signo del zodiaco y a ellos se les asocian diversas gemas.

   Si bien los gemólogos opinan de que los poderes de las piedras no han sido por ahora científicamente probados y que todas las manifestaciones en este sentido son meras afirmaciones y es por eso que la medicina convencional rechaza la terapia con piedras preciosas, en sus producciones escritas no han dejado de dedicar alguna parte de sus libros para: 

        -    reseñar los documentos escritos desde la antigüedad por escritores importantes como Aristóteles (384-322 a.C., escribió más de mil tratados, pero una gran parte se perdió ya en la Antigüedad. El pensador de la antigua Grecia, explicaba la formación de los metales por la sublimación regresiva de éstos en estado gaseoso del interior de la Tierra y su discípulo Teofrasto de Ereso dio la primera descripción de alrededor de 50 minerales en su obra “Peri Lithon”); Dioscórides (en el siglo 1 a.C. escribió el lapidario médico de mayor resonancia en la historia); Plinio (23-79  d.C en su Historia Natural de Cayo Plinio Segundo dedica dos libros a las piedras, el XXXVI que  contiene las naturalezas de las piedras, y diferencias de mármoles y el  XXVII, que contiene el origen de las piedras preciosas); Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179, fue una abadesa alemana que vivió durante la Edad Media, siglo XII. Desarrolló una intensa labor religiosa, científica, artística e incluso política, fundó dos monasterios y escribió varios libros, algunos de ellos enciclopédicos, incluido dos tratados sobre ciencia y medicina. Entre 1151-1158 escribió esta obra de medicina bajo un único título: Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum “Libro sobre las propiedades naturales de las cosas creadas”. En el siglo XIII fue dividido en dos textos. Physica “Historia Natural”, también conocido como Liber simplicis medicinae “Libro de la Medicina Sencilla”, y Causae et Curae “Problemas y Remedios”, también conocido como Liber compositae medicinae “Libro de Medicina Compleja”;  su texto “Physika es una obra extensa de nueve volúmenes que se ocupa principalmente del uso medicinal de las plantas, los árboles, las piedras preciosas, los metales y los animales y allí enumera 24 piedras preciosas y describe detalladamente sus propiedades curativas. Fue además de científica, música, y filósofa, una espléndida escritora cuyas obras, sorprendentemente, hablan de temas tan actuales como el lugar del hombre en el cosmos, el medio ambiente y el papel de la mujer en la sociedad: toda una sabiduría medieval que la sociedad contemporánea empieza a descubrir. A lo largo de los siglos han tenido gran aceptación las indicaciones terapéuticas que se encuentran en el libro Physika y el uso terapéutico de las piedras preciosas denominado litoterapia disfruta hoy día de un  resurgimiento. A pesar de que Santa Hildegarda de Bingen nunca fue canonizada , el 7 de octubre de 2012 esta Monja Profesa de la Orden de San Benito fue proclamada Doctora de la Iglesia Universal por el Papa Benedicto XVI); Alberto Magno (1193-1280 fue el educador medieval más influyente de la filosofía aristotélica. Su obra “De Mineralibus” se divide en cinco libros, que trata de piedras (Libros I-II), metales (libros III-IV), "intermedios" (Libro V), que no son ni piedras ni metales, pero que tienen características de ambos); Johannes de Cuba (nombre latinizado de quien también fue conocido como Johann Dronnecke o Wonnecke von Kaub o von Caub, fue el primer autor contemporáneo del primer tratado médico enciclopédico de Historia Natural, impreso hacia finales del siglo XV. Su libro apareció en alemán con el título de Gart der Gesundheit en 1485 y posteriormente es traducido al latín con el título de 'Hortus sanitatis” en 1491; contiene, entre otros tratados, un lapidario “De lapidibus” de 144 capítulos sobre piedras preciosas); Erasmus Stella ( 1450 – 1521, sobrenombre del médico alemán, cuyo verdadero nombre era Johannes Stüler, que empezó a ejercer como médico oficial de su ciudad natal, Zwickau en Sajonia Inferior, publicó “Interpretamenti Gemmarum Libellus unicus”, impreso en Nuremberg. En este tratado de medicina se  aborda de forma exclusiva el uso terapéutico de minerales y gemas, como remedios para las más variadas dolencias humanas); Camilo Leonardi o Camillus Leonardus (médico italiano, mineralogista y astrónomo-astrólogo, se sabe que estuvo  activo, entre 1480 y 1532  y su obra más famosa fue “Speculum lapidum” escrita en 1502. Es un tratado médico-mineralógico-mágico-astrológico, compuesto de 3 partes o libros, en el que se citan hasta 279 tipos de minerales, constituyentes de joyas de la época, se trata de diversos tipos de "piedras preciosas", poseedoras de virtudes protectoras o a las que se les pueden inducir o reforzar poderes, mediante el grabado de signos mágico-astrológicos (Libros II y III). De cada especie mineral citada, además de describir sus virtudes mágicas y medicinales, también describe su color, dureza, transparencia y densidad, más típicas, como forma de identificarlas y evitar falsificaciones (Libro I), por lo que algunos minerólogos modernos, consideran a Leonardi como el fundador de la mineralogía moderna y a su libro I como el primer tratado sobre mineralogía) etc, etc.…

   -   o para mencionar la influencia que ejerció en la mística de las piedras el pectoral de Aarón, Sumo Sacerdote de los judíos, tal como lo describe la Biblia (Éxodo 28; 15-21) que contenía 12 piedras representando a las 12 tribus de Israel y que fue confeccionado por orden de Moisés bajo inspiración divina: sardónica, topacio, carbunclo, esmeralda, zafiro, diamante, ópalo, ágata, amatista, crisolita, ónice y  jaspe (los problemas de traducción dificultan saber exactamente qué piedras se usaban en el peto porque diferentes versiones de la Biblia citan piedras diferentes y algunas eran desconocidas en esa parte del mundo. El zafiro hace referencia al lapislázuli, el carbunclo podría ser un granate o cornalina, la esmeralda podría ser aventurina verde y el diamante podría ser cuarzo claro) 

     -    o para referirse al simbolismo cósmico-astral de las piedras relatando las creencias nacidas en la Antigüedad, mantenidas en la Edad Media y de gran resurgimiento en la literatura contemporánea, de una correspondencia entre ciertas constelaciones, el zodíaco, los planetas, los hombres y las piedras preciosas.  A cada planeta y signo zodiacal se le han atribuido varias piedras con presuntas  propiedades mágicas que pueden ser usadas en beneficio propio para protegerse o para alcanzar fuerza interior, pero no es posible reconocer un sistema coherente pues cada autor que uno investiga desde tiempos remotos, o  artesano de las piedras con el que toma contacto, o comerciante de las mismas que las promociona, consigna diferentes piedras preciosas con estos poderes para ambos casos

     -    o para señalar el auge que ha tomado el uso terapéutico de las mismas. Como piedras terapéuticas se usan todas las piedras preciosas auténticas formadas por la naturaleza durante millones de años, también algunas otras piedras e incluso materiales orgánicos petrificados. Los poderes energéticos que les atribuyen los usuarios surgen de la Madre Tierra junto con la formación de la piedra o proceden de los rayos del sol o de la exposición a la luz de la luna (métodos que se usan para que la energía desprendida pueda ser aprovisionada de nuevo). No sólo  utilizan los cristales aplicados sobre el cuerpo en determinados lugares (para curar o equilibrar los chakras), o sobre distintos órganos (para ponerlos en equilibrio o para estimularlos o sedarlos), sino también en torno a él a cierta distancia (para proteger o limpiar el aura) y hasta elaboran los remedios de gemas, también conocidos como elixires o esencias que pueden ser tomados internamente a menos que la piedra sea tóxica, o son aplicados sobre la piel o añadidos al agua del baño. Los poderes curativos de las gemas siguen siendo un tema controvertido, pero se han mencionado durante siglos por los curanderos, chamanes y hombres de medicina. Los mismos no han sido por ahora científicamente probados; pero no se descarta de que con la litoterapia (tratamiento con piedras) se puedan conseguir efectos beneficiosos de las piedras, aunque se considera que los presuntos poderes curativos no son más que una influencia aparente de las mismas que actúa por sugestión.  

   Pero hay un punto de coincidencia innegable entre todos los estudiosos de los cristales sin importar su punto de vista, su estudio, su investigación, su relación con ellos o sus creencias: toda la Tierra está hecha de rocas, las rocas están formadas por minerales y cuando en éstos la estructura interna está ordenada con una disposición geométrica bien definida se los denomina cristales. Los cristales son almacenes en miniatura que contienen los registros del desarrollo de la tierra a lo largo de millones de años y son portadores de un recuerdo indeleble de las poderosas fuerzas que la han conformado. Algunos se formaron en los agujeros de las rocas volcánicas en el interior de la Tierra porque los minerales se cristalizaron a partir de fusión de rocas; otros en lugares profundos de la corteza terrestre cuando las rocas ya existentes fueron transformadas como consecuencia de elevadas temperaturas y grandes presiones;  y otros son el resultado de la precipitación de soluciones acuosas o crecen en la superficie de la Tierra por la erosión y la sedimentación. Algunos crecieron en cámaras profundas enterradas bajo tierra; algunos se extendieron en capas y otros gotearon hasta llegar a ser… y otros todavía no se han dado a conocer. Pero en todos los cristales, tomen la forma que tomen, sean del color que fueren, su estructura cristalina (la trama atómica ordenada y repetitiva específica de su especie que es constante y no cambia) puede absorber, conservar, enfocar y emitir energía. En el corazón del cristal está el átomo y sus electrones y protones; el átomo es dinámico y está compuesto por una serie de partículas que rotan alrededor del centro en movimiento constante. De modo que aunque el cristal pueda parecer inmóvil, en realidad es una masa molecular viva que vibra a cierta frecuencia y esto es lo que da su energía al cristal.

   Si para los estudiosos en la materia desde las distintas perspectivas: ciencias, disciplinas, culturas, terapias alternativas…. no todo está resuelto, ni investigado, ni comprendido, ni aceptado… para mí que soy una simple aficionada a las piedras esto está fuera de mi alcance y de la motivación para escribir. Pero de algo estoy convencida y es lo que quiero transmitir en este blog... mucho se ha escrito y divulgado sobre las piedras preciosas, y mucho se seguirá escribiendo sobre las mismas porque, a pesar de todo lo que se ha investigado sobre ellas siempre habrá algo que seguirá estando allí… secretamente escondido… porque a las piedras las envuelve el misterio. Por eso sólo pretendo en este espacio hablar de ellas por el disfrute que me produce relacionarme con cada una de las poco a poco voy adquiriendo y es por ello que investigo y busco datos para conocerlas y, a través de ellos, para deleitarme y admirarlas con la información que puedan proporcionarme… y eso es lo que voy a compartir… aunque sólo  las coleccione con el afán de atesorarlas y no las use por su simbolismo ni por el poder curativo que puedan atribuirles… sólo me dejo influenciar por esa energía… por ese misterio… por ese espíritu motor… por lo que ellas me entregan cada vez que las tomo entre mis manos.

   Y para que este conocimiento sobre cada piedra en particular pueda presentarlo de una manera organizada pero que a la vez el momento de la comunicación no esté condicionado a seguir una disposición preestablecida como ser el orden alfabético, o colores o…. sino que sea fluido y atado sólo a lo que mi imaginación, mis recuerdos o mis sentimientos me propongan, decidí  ordenarlas sólo en las Etiquetas utilizando para ello la clasificación de los minerales en 10 grupos de acuerdo a principios químicos-estructurales,  esa clasificación que permite realizar la agrupación de las piedras  en grupos  y familias y que consigné en ¿Abrimos la puerta?.

   Es así que poco a poco en las Etiquetas, que complementan el Archivo del blog y que aparecen en la pestaña derecha, entre otras irán apareciendo las siguientes, a medida que sea pertinentes establecerlas: Elementos; Sulfuros; Halogenuros; Óxidos e hidróxidos; Nitratos, carbonatos; Boratos; Sulfatos, cromatos, molibdatos, wolframatos; Fosfatos, arseniatos, vanadiatos; Silicatos y Sustancias orgánicas.
   Quisiera terminar esta introducción invitándolos a que dejen sus comentarios cuando lo consignado en algunos de los escritos haya llegado hasta ustedes. Me haría muy feliz saber que he podido conectarlos con esa vivencia tan personal pero que, si quisieran expresarla, podría convertirse en enriquecedora para los que compartimos esa indescriptible atracción por las piedras.


                                                                                                         María Adela Pon